Cuando ser positivos no nos ayuda
En estos últimos años parece que estar buscando una constante felicidad y estar en un nivel alto de alegría y optimismo está de moda.
En ocasiones nos encontramos pasando por situaciones desagradables, tristes, abrumadoras …vamos, la vida con sus momentos e intentar mantenernos en un grado excesivo de positivismo no ayuda ni al cuerpo ni a la mente. ¿Por qué? Pues porque nos aleja de unas emociones más desagradables que también son necesarias tener y precisamente esas emociones van a ayudarnos a transcurrir por esa dificultad.
Lo llamamos positivismo tóxico a eso porque no nos ayuda a ver la realidad de una manera clara y puede llevarnos a tener problemas en nuestro día a día y que nos cueste cada vez más tener una vida normalizada y, por lo tanto, sufriremos de más.
En muchos momentos ser positivo en la vida nos va a ayudar a conseguir nuestros objetivos, a ponernos en marcha, a prepararnos para la acción, pero entre ser positivos y pensar que tener una actitud optimista siempre nos va a ayudar a solucionar nuestras dificultades y problemas, hay un buen trecho y nos va a hacer situarnos en una irrealidad además de perjudicarnos en nuestra salud mental porque nos va a hacer sentirnos mal cuando pensemos en negativo. Los extremos no son buenos.
¿Qué mensajes no nos ayudan nada?
“ Sonríe”
“Anímate, no es para tanto”
“Deberías estar feliz, lo tienes todo”
“Todo depende de ti”
“Todo irá bien”
“ si quieres puedes”
“Todo tiene un lado positivo”
“ Si te lo propones, lo consigues”
“No te preocupes, hay más peces en el mar”
… y de este estilo
¿Qué podemos hacer?
- Ser sincero y honesto
- Adaptar las expectativas a la realidad
- Permitirnos las emociones, todas, también las desagradables. También tenemos que fracasar!!
- Pon límites
¡¡¡Cuida tu inteligencia emocional y trabaja en ella!!!
“El optimismo puede volvernos ciegos” ANÓNIMO